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Archena, Murcia, Spain
Profesor de matemáticas, intento introducir el gusto por la tecnología y las matemáticas a mis alumnos, intentando que entiendan que siempre hay un momento para cada cosa

jueves, 30 de septiembre de 2010

TDAH: lo que los padres deberían saber

¿Qué es el TDAH?
Trastorno por déficit de atención e hiperactividad, TDAH (ADHD en inglés) es el nombre que se le da a un grupo de comportamientos que muchos niños y adultos presentan. Las personas que padecen TDAH tienen dificultad para prestar atención en el colegio, en la casa o en el trabajo. Pueden ser mucho más activas o impulsivas de lo que es usual para su edad. Estos comportamientos contribuyen a causar problemas significativos en las relaciones, en el aprendizaje y en el comportamiento. Por esta razón, los niños que tienen TDAH algunas veces son vistos como niños difíciles o que tienen problemas del comportamiento.El TDAH es más frecuente en los niños que en las niñas. Usted puede estar más familiarizado con el término trastorno por déficit de atención, TDA (ADD en inglés). La Asociación estadounidense de psiquiatría (American Psychiatric Association, APA) cambió el nombre de este trastorno en 1994.
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sábado, 18 de septiembre de 2010

¿Y no echan a nadie?

CCOO EXIGE AL CONSEJERO DE EDUCACIÓN QUE DEPURE RESPONSABILIDADES POR LA DESASTROSA GESTIÓN DE LOS ACTOS TELEMÁTICOS
No se ha publicado nada en el tiempo previsto, todo ha ido con retraso, muchas plazas no se han ofertado, otras adjudicadas han desparecido y las publicaciones han estado repletas de errores.

telematico
El posible avance que los actos telemáticos supondría ha quedado nublado por una pésima gestión de la Dirección General de Recursos Humanos que ha repercutido en centenares de errores: docentes mal adjudicados, funcionarios sin destino, centros educativos con falta de profesorado…. pero sobre todo la incertidumbre de miles de docentes que a día 10 de septiembre ignoran dónde van a trabajar este curso académico. Se da el caso de que numerosos profesores van a incorporarse en tres o cuatro centros distintos en septiembre sin ser el definitivo ninguno, lo que supone situaciones de estrés y complicaciones familiares. Otros del cuerpo de maestros han sido mal adjudicados en su día y se incorporarán el mismo día de inicio de curso sin haber tenido tiempo de preparar los materiales ni organizar su trabajo. Además, el Personal de Administración y Servicios de la Consejería de Educación ha asumido una carga de trabajo desproporcionada.CCOO exige que el Consejero Sotoca depure responsabilidades tras la continua pesadilla en que se han convertido los actos telemáticos desde finales de julio a 10 de septiembre, fecha en la que los centros desconocen su plantilla y cómo van a afrontar parte de su organización. Además, algunas plazas adjudicadas se evaporan y citan a determinados profesores por teléfono para pedir en la Consejería. Eso no es transparenciaCCOO exige que se paren los actos telemáticos mientras no se invierta en el personal suficiente y en técnicos cualificados porque la Consejería de Educación no está en la actualidad preparada para asumir dichos actos de adjudicación.La falta de personal y el empeño soberbio de la Consejería de realizar los actos masivos de julio y septiembre de forma telemática sin tener experiencia en este sistema están teniendo resultados muy negativos que repercuten en los docentes pero sobre todo en el alumnado, en la calidad de la enseñanza y en la organización de los centros.CCOO ya denunció en julio está situación y pidió a la Consejería de Educación que los actos de julio y septiembre fueran presenciales al menos este primer año. Pero el Consejero Constantino Sotoca y su equipo están demasiado acostumbrados a tomar decisiones unilaterales y mal documentadas

jueves, 2 de septiembre de 2010

Bajada de sueldos funcionarios

Funcionarios públicos y sueldos congelados
En 1956, Dolores Medio escribió “Funcionario público”, novela desgarrada donde se narran las penurias de Pablo Marín, funcionario atado a un sueldo mísero que malvivía en un cuartucho junto a su mujer.
Tras las décadas siguientes de desarrollo, la figura del empleado público casi indigente, trasunto del cesante de novelón galdosiano, fue poco a poco hundiéndose en el olvido. Pero en los últimos días, la cloaca política y mediática neoliberal ha babeado de placer ante los ecos de una posible congelación salarial a los funcionarios. Sin embargo, nada sería más injusto que pasar la factura de la crisis a este colectivo. Así, en los momentos de hervor económico y ladrillazo, un encofrador podía duplicar el sueldo de un Técnico Superior de la Administración, y para conseguir que un albañil viniera a casa había, poco menos, que apuntarse en una lista de espera y cruzar los dedos. Mientras los funcionarios perdían poder adquisitivo y realizaban malabarismos contables con el sueldo, miles de paletos de eructo, puti club y caspa montaban una constructora y juntaban billetes de quinientos euros como cromos. Legiones de jóvenes abandonaban los estudios y dejaban sus libros escolares criando polvo mientras se pavoneaban en coches refulgentes… ¿los funcionarios? Unos “pringaos, hombre, unos “pringaos”… ¿para qué estudiar?, ¿para qué invertir?, ¿para qué innovar?... “España va bien”. Y mientras tantos celebraban sus ganancias entre cubatas, risas, rayas de coca y “España va bien”, miles de hombres y mujeres habían inmolado sus mejores años junto a una taza de café cargado, un flexo y un temario de oposiciones. Con los codos clavados en una mesa, viendo la vida desfilar a través del claroscuro de un ventanal, a la espera del momento crucial y temible de los exámenes. Pues bien, ahora resulta que, según los neoliberales, los efectos de aquellos excesos han de pagarlos los “privilegiados funcionarios”, precisamente el colectivo que apenas se benefició del auge económico y que, por supuesto, no provocó la crisis. Según ese planteamiento no pidamos cuenta a las entidades bancarias que prestaron dinero sin las debidas garantías. No pensemos que las ganancias obscenas de la especulación acabaron en paraísos fiscales. No indaguemos en ayuntamientos y comunidades que dilapidaron millones encargando obras absurdas que enriquecieron a empresarios. No, no… todo esto que lo paguen los funcionarios. Sí, los funcionarios, aquellos “pringaos” durante los años del falso esplendor económico. Sí, el juez que sacrificó como poco cinco años en una oposición terrorífica (aparte de los cinco de carrera) para ganar menos que muchos fontaneros. Sí, los miles de opositores que hubieron de recurrir al Lexatín, el policía que se juega la vida por mil quinientos euros mensuales, el auxiliar que no gana más de novecientos… ¡resulta que estos han de pagar la crisis y son unos “privilegiados”! Y todavía el funcionariado español no se ha mentalizado que todas las ideas de congelación salarial y ataque a lo público responden a la sobrecogedora ofensiva de la derecha ultraliberal, que ha sustituido a la derecha “de toda la vida” y que presiona con una fuerza devastadora acoquinando a muchos gobiernos de izquierda que, contra su sentir, han de plegarse a estas medidas. Pero los funcionarios españoles, en una suerte de suicidio colectivo, votan masivamente a la derecha actual. Y esta derecha neoliberal odia lo público. La doctrina ultraliberal es muy simple: que unos pocos se apropien y aprovechen del esfuerzo y trabajo de la mayoría. En la más genuina línea de Esperanza Aguirre y su entrega de los servicios públicos a codiciosas manos privadas. En este sentido, que un funcionario votase a la derecha “de toda la vida” podía entenderlo, pero que vote a la actual derecha, la neoliberal, me parece tan esperpéntico como que Emilio Botín se afiliara al Partido Comunista Revolucionario. Gustavo Vidal Manzanares es jurista y escritor Blog de Gustavo Vidal Manzanares -->